domingo, 16 de marzo de 2008

De masturbaciones, genocidios y menstruaciones.

Hace algunos días, mientras el ocio nos invadia en el pantano vehicular de constituyentes, la dueña de mis quincenas (que por cierto no tengo... quincenas, digo) y yo, platicabamos sobre una de las leyes más controvertidas que aprobó la cámara de diputados de la ciudad de los palacios: ¡No, no fue de la ley antitabaco...! ¡Tampoco de la ley de convivencia...! ¡Menos lo de la ley de las miradas lividinosas! Hablamos de la legalización del aborto (¿Se dan cuenta de la cantidad de estupideces por las que se discute en un coche por lo que hace el gobierno?).
Entre las ideas expresadas en la monotonia del trafico, pasamos de nuestras posturas primarias en la secundaria donde, por educación, estabamos totalmente en contra de semejante atrocidad; despues a la postura "feminazi" de que todas las potenciales madres deben abortar porque al no hacerlo demostraban su sumicidad ante un sistema patriarcal, reaccionario y machista en la preparatoria. Finalmente a nuestra postura actual: Es decisión de la mujer, un embarazo no deseado no debe ser una piedra que debamos cargar por toda nuestra vida, y al legalizarce no tenemos que acudir con un carnicero a clínicas clandestinas, si es que decidimos abortar.
En esta últmia instancia la conversación tomo un matiz filosófico, con la pregunta eterna: ¿cuando un ser humano puede ser considerado tal? ¿la celula anidada en la matriz es en realidad un ser humano? ¿La existencia, como propuso Descartes, comienza en el momento en que puedo articular un pensamiento? ¿una celula tiene alma? En fin, todas las preguntas obvias que se hace un individuo que despues de conversar una hora, ve que el semaforo aun está muy lejos.
Ante la idea de uno de los bandos (el que estaba en contra del aborto, por supuesto) de que esa celula es un ser humano, y que por lo tanto el aborto, según esta afirmación, sí es un asesinato; hablamos sobre la masturbación masculina y la menstruación femenina. Si aniquilamos una celula que puede llegar a ser un semejante es homicidio, entonces, ¿cuantos potenciales seres humanos mueren en una masturbación? ¿cuantos seres humanos mueren en el periodo desde que la niña se convierte en señorita y hasta que la mujer se convierte en vieja? La conclusión fue terrible...
¡El hombre es un genocida atroz, peor que Hitler, Neron, Cortes, Pinochet, Videla, el gobierno de Estados Unidos y los malditos asteroides que mataron a los dinosaurios todos juntos! y por el otro lado... ¡La mujer es una maniatica peor que Charles Manson, Hannibal Lecter y Jack "el destripador"! Cada mes, como el hombre lobo, al surgir la luna llena, se transforma y cobra una victima a su larga serie de asesinatos que lleva a cabo desde los 12 hasta los 45 años, sin perder una sola de sus victimas mensuales...
Pueden ustedes imaginarse la reacción en el coche... Así es. Fue terrible. En ese momento nos dimos cuenta que todos los hombres del planeta deben ser pasados por el paredon y todas las mujeres deben ser recluidas en la casa de locos.
¡Mandemos esta propuesta de ley a la cámara de diputados del GDF! Todos los hombres deben ser fusilados por crimenes contra la humanidad y todas las mujeres deben ser recluidas en manicomios bajo el titulo "LOCA PELIGROSA".
Por fin hemos dado vuelta en Revolución. Parece que el trafico se despeja y volvemos a la realidad.