martes, 30 de noviembre de 2010

Zapata cabalga de nuevo...

Entre la enorme serie de absurdos que existen en el terruño, hay uno que me llamó la atención en los últimos dias. Con motivos del centenario de la revolución mexicana, el Estado de México logró hacer lo impensable... (no, no fue hacer que el Vaticano por enesima vez se retracte de sus dogmas en pos del dinero y favores políticos que puede ofrecer un gobernador) hizo que uno de los más grandes líderes revolucionarios cabalgara de nuevo: Emiliano Zapata.
Quién iba a pensar que el mito magnificado de Kazan se haría realidad 58 años después de su estreno? El final de la película !Viva Zapata!, muestra al traidor desesperado porque los militares han matado a Zapata pero no a su blanco corcel, que huye rápidamente por las llanuras, mientras se escucha decir "Esta gente es supersticiosa" y "A veces, un hombre muerto puede ser un terrible enemigo" De ahí, el camino a ¡Zapata vive! ¡La lucha sigue! se da por descontado.
Antes
Y hace poco Zapata cabalgó nuevamente; poco, es cierto, unos doscientos metros, pero hay que tomar en cuenta su edad y su tamaño (la estatua ecuestre más grande del mundo, 11 metros de alto, como si el tamaño fuera el indicador del significado que carga), cabalgó, se detuvo, giró y miró fijamente en dirección a su antiguo aposento, ahora alejado de los obreros, estudiantes y trabajadores comunes que tomaban su transporte público al pie de su caballo en la entrada de San Mateo Atenco, con el paso del tren a sus espaldas y los camiones por el frente; ahora queda triste y aislado en medio de la avenida más transitada de Toluca, Paseo Tollocan, donde ya nadie podrá alcanzarlo sin lanzarse antes a la aventura de evadir varios autos lujosos que circulan arriba de los 100 km/h en dirección al aeropuerto de Toluca y hacia Metepec, el nuevo paraíso para ejecutivos de Santa Fe. Para que Zapata sea el ícono que recibe a los oligarcas contra los que batalló y lanzando el culo de su caballo en dirección a la población zapatera a la que defendió.
Ahora
Otro absurdo, nada nuevo, a cada momento el estado se encarga de difamar y pisotear en nombre de la patria a los que lucharon por ella.
Una más del gobierno que nos espera.

2 comentarios:

Roberto Cruz Arzabal dijo...

Pasé por ahí apenas el fin de semana. pensaba ,de hecho, hacer un post al respecto pero me ganan otras cosas más urgentes o menos estimulantes pero alimentantes.
He de ser sincero si te digo (y lo sabes) que la estatua ecuestre de Zapata me parece horrible, desproporcionada, mal hecha, con una frasecita anodina de Echeverría que da en el punto exacto de lo que ese Zapata representaba: nada.
Ahora que lo dices, sí, puede que su ubicación en el punto de confluencia de los trabajadores y las tierras que hace tiempo dejaron de ser ejidales sea semióticamente relevante. Sin embargo, la contradicción era ineludible y triste.
Lo que me parece más emblemático, es que para festejar un acontecimiento del que todos los partidos e encuentran ya desmarcados, se prefiere el reciclaje a la creación.
Sabemos que estamos en los días del ready made, del pastiche, de la implosión de las materialidades; sin embargo, la estatua ecuestre fue sólo recolocada en un marco que mantiene las características arquitectónicas de la escultura priísta de los 50. no hay innovación alguna, no hay gesto que pueda ayudarnos a determinar lo que sucede con el cambio porque no hay cambio, hay simulacro de regreso, simulacro de movimiento que deviene en still life iluminada.
Resulta además curioso que EPN haya iniciado su mandato con una esculturita hórrida para ese mafioso que fue Carlos Hank y casi lo termine con el simulacro de otra.
Las fuerzas de construcción y reconstrucción del estado han sido minadas, ahora incluso la reconstrucción del estado es un simulacro para generar, como bien dices, figurines de ornato para los viajeros de Santa Fe. El aniversario de la Revolución fue solamente el pretexto para reconfigurar la nadería semántica de la revolución y de sus herederos.
Por no hablar ahora del retorcido edifico que se situó en lugar de la puerta tolotzin.
La arquitectura y la escultura son, de entre las artes liberales, las que más evidentemente pueden servir al poder. Aquí es claro. El poder ya no sabe qué hacer con las representaciones.
Mira... al final salió algo semejante a un post.

Va un abrazo.

Prof. Carlos dijo...

Gracias mi buen beto, siempre presente y siempre con sentido. En efecto el reciclaje de los íconos retrata el momento presente en que nos encontramos, en realidad el uso de estas obras (buenas o malas) para fines políticos no es nuevo y siempre serán un magnifico estandarte para la legitimación del poder. Esto es, a mi parecer, y creo que como siempre no lo expongo de manera clara, la falta de imaginación que conduce al significado maniqueo, hueco de las figuras que deberían permanecer siempre cargadas de sentido. Un abrazo.